Después de dos años de lucha de los trabajadores y trabajadores, la empresa textil 8 de Enero, cooperativa recuperada, ex Sport Tech, inauguró su planta en Iturraspe al 900, Villa Lynch. Hubo dirigentes sindicales, de movimientos sociales y del municipio de San Martín, que pagó el alquiler de la planta, que habían intentado hacer quebrar los empresarios que la gestionaban antes de los trabajadores. En medio de los festejos por la apertura oficial varios de los obreros textiles trabajaban para no atrasarse con los pedidos. La firma supo ser proveedora de Adidas, y de otras marcas; los cooperativistas apuntan a mantener y aumentar los estándares de calidad.
La historia de la cooperativa 8 de Enero es de trabajo. Sus trabajadores y trabajadoras -que mujeres son la mayoría, esto hay que destacarlo- hasta fundaron un sindicato, con la mira puesta en que ese, y no otro, era el lugar de trabajo para mantener a sus familias, más allá de tasas de interés, márgenes de ganancias, impuestos, gobierno de turno y cualquier otra cosa que un capitalista analiza antes de poner un peso en un negocio conveniente.
El jueves último, a la mañana, hasta bailaron en trencito alrededor del salón principal de la planta los flamantes dueños de la textil, que se levanta en Iturraspe al 900, en Villa Lynch. Pero en las máquinas de coser y en las mesas de trabajo en el centro de ese mismo salón, otros con la misma alegría, no dejaban de trabajar en unas camperas de gimnasia color naranja, porque en definitiva la alegría de todos era por poder trabajar y mantener la fuente de trabajo.
Hubo corte de cintas y discursos. Los y las flamantes cooperativistas agradecieron a la CTA Autónoma que los apoyó desde el primer momento, y al intendencia de San Martín, el municipio donde se levanta la planta, que pagó el alquiler del predio para no dar pie a maniobras de los empresarios que la querían llevar a la quiebra. El intendente Katopodis estuvo día antes en la planta recuperada, pero no en la inauguración, por otros compromisos, se informó.
En su lugar estuvieron el presidente del Deliberativo de San Martín, Diego Perrella que señaló: «La etapa más difícil es la que viene. Porque ya no hay jefes que te dicen qué hacer. Tienen que ser conscientes de eso. Son los trabajadores que se hicieron cargo de la responsabilidad de otros, los que se ponen al frente de esto ahora y empezaron reclamando el derecho al trabajo»; y el secretario de Desarrollo Social municipal, Oscar Minteguía.
«Somos los nuevos dueños. Lo único que queremos es levantar esta fábrica y va a tener los estándares de calidad necesarios» explicaba al periodismo local que preguntaba y preguntaba, Mirta Franco, una de las trabajadoras que se puso al hombro la empresa, y lo decía con firmeza, y a la vez, con esa tonada particular, melódica, de los inmigrantes paraguayos. Con esa misma firmeza la trabajadora habló en el escenario montado en la vereda de la planta.
«Somos la cooperativa 8 de enero ¿Saben por qué?» preguntó la mujer y lo explicó: «Porque un 8 de enero decidimos no agachar la cabeza y luchar por nuestros puestos de trabajo». Franco agradeció a dirigentes sindicales, trabajadores, compañeros de trabajo, especialmente a Fernando Castillo, entre ellos -que fundó el sindicato SUCEV- y recordó: «Cuando estábamos allí adentro soñábamos con estar aquí, para poder cantar, y hoy estamos acá».
La mujer también recordó que formar la cooperativa no fue fácil: «¿Cooperativa? Noooo… decíamos» y le agradeció al dirigente de la CTA A San Martín, Pablo Puebla, que les explicó y enseñó que la cooperativa es una herramienta útil. «Chicos, hacer una cooperativa es bueno, nos dijo, y hoy no solo somos cooperativistas sino los nuevos dueños de esta empresa (…) tuvimos muchas suerte de tener cerca tantas personas talentosas» agradeció la joven.
Sindicalizados y politizados
Fernando Castillo fundó el Sindicato Unidos de Costureros y Empleados del Vestido (SUCEV) adherido a la CTA A. «Hoy trabajadores y trabajadoras no solamente tenemos que estar sindicalizados, también tenemos que estar politizados para avanzar por nuestros propios derechos» explicó Castillo en diálogo con denorteanorte.com; y puso de relieve que en el proceso de génesis y desarrollo de una cooperativa de trabajo el Estado es una pata insustituible.
«Hoy las condiciones no son las mejores. El único Estado presente es San Martín, que generó un decreto muy importante para que no tengamos trabas para alquilar la planta. También es importante el ser proveedores del Estado dentro de este miniestado que es San Martín» graficó Castillo y exhortó: «Ojala el Estado nacional y el provincial, con este o el gobierno que vengan, tomen el mismo compromiso de San Martín con las empresas recuperadas».
Castillo informó que actualmente la Cooperativa tiene «69 compañeros, pero la fábrica tiene capacidad para 500 obreros». Y aprovechó para advertir que la apertura comercial con la Unión Europea desde el Mercosur «es una política nefasta que hará que nosotros solo exportemos semillas y capullos de algodón y nos traigan las remeras armadas, y la tela fabricada. Eso es el asesinato a toda la industria del Mercosur, no solo de los obreros textiles».
Castillo consideró que «Si la política es la correcta esta cooperativa puede ser la fuente de trabajo de más de 400 compañeros, y 500, 350 en el área de costura y 150 en otras áreas de la fábrica». Luego desde el escenario reafirmó la idea sobre los trabajadores: «Quiero ser muy breve porque los compañeros tenemos que seguir trabajando y luchando. Trabajando y luchando con las máquinas dentro de las fábricas, y también dentro de las organizaciones».
Hebe Nelli, joven dirigente de la CTA A Capital, luego, reveló el valor de la lucha de las mujeres y los inmigrantes en el proceso de la Cooperativa 8 de enero; criticó al gobierno por la política antiindustrial y a la burocracia sindical que no apoyó el proceso de Sport Tech: «¿Cómo puede un gremio representar a los trabajadores, si no hay mujeres en la conducción, ni compañeros de los países limítrofes que vienen a producir riqueza a la Argentina?» se preguntó.
La abogada laboralista, Verónica Quinteros, describió un trabajo en conjunto. «Aca se vio la necesidad de contar con todos y que fueramos todos los que apoyaramos a los trabajadores en este conflicto (…) Los abogados estamos para dar herramienttas juridicas para tomar lo poco que tiene este Estado para los trabajadores (…)». También recordó el intento de criminalizar el conflicto gremial por parte de la patronal, con acusaciones a los trabajadores.
Luego, un detalle no menor a destacar. Tanto Hugo «Cachorro» Godoy, secretario adjunto de la CTA A a nivel nacional, como Oscar de Isasi, titular de ATE Provincia; como en su momento, Victorio Pirillo, secretario general, de los municipales de Vicente López, que tampoco participó el jueves, pero acompañó a los cooperativistas, adelantaron que para apoyar en concreto a la cooperativa, la incorporaran como proveedores de remeras y pecheras sindicales.
«Esta lucha debe servir de ejemplo para que los demás trabajadores textiles sepan que hay otra opción, no solamente agachar la cabeza” volvió a decir Mirta Franco a un periodista. Pasado el mediodía, tras el acto formal de apertura de la cooperativa, los presentes compartieron un guiso de lentejas comunitario que prepararon las entidades sindicales en la plazoleta contigua a la planta de la ahora definitivamente, Cooperativa Recuperada 8 de Enero.
Gustavo Camps
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