En esta columna, el dirigente sindical nacional de docentes privados SADOP, José Luis Casares, felicita a los trabajadores de la región por el resultado de las elecciones, y para esta nueva etapa que comenzará con el nuevo gobierno nacional, los exhorta a ver la política como «la expresión más alta de la caridad»; a valorar lo colectivo, y a no renegar del «poder» sino vivirlo como «servicio» para reconstruir el bien común con la mira puesta en la grandeza de la patria y la felicidad del pueblo.
Por José Luis Casares*
¡Felicitaciones! A Mis compañeros/compañeras del Movimiento obrero de zona norte: En las elecciones generales del domingo, salvo algún que otro confundido, en general el movimiento obrero de zona norte actuó con madurez y orgánicamente en el campo político. Pudimos (el movimiento obrero) mostrarnos unidos y organizados y eso ha generado un importante respeto de los sectores políticos hacia nosotros.
En San Isidro fuimos uno de los sectores más importantes, en calidad y cantidad, demostrando que cuando nos proponemos un objetivo colectivo, y de ese objetivo se apropian los compañeros/ compañeras/compañeres, se genera un animo conjunto de trabajar por la causa. Somos conscientes de que si bien, la representatividad recae en algún compañera/compañero, esa representatividad es del conjunto y a «ÉL» debe responder.
¿Y qué significa responder a ÉL (al conjunto)?: que exprese los intereses y las aspiraciones de ese conjunto (en este caso de nosotros, los trabajadores). No es solo una construcción de poder político, sino un aporte que hacemos a ese cambio cultural que debe hacer nuestra sociedad para romper con el individualismo y el sálvese quien pueda.
Reconstruir una sociedad solidaria «una conducta individual de reafiliación» (que eso es lo que significan los sindicatos: La solidaridad Organizada) que propenda a pensar en lo colectivo, y en el otro, y no solo en el individuo. Como siempre decimos: la Solidaridad no es dar lo que nos sobra, es una forma de vivir en comunidad. Los trabajadores y los pobres sabemos que el combustible del motor de nuestras vidas son la esperanza y la voluntad.
Y junto a la solidaridad, que es en definitiva un acto de AMOR al prójimo (próximo), hacemos crecer nuestros hogares, nuestras familias, nuestros barrios y nuestros lugares de trabajo. Así, como hemos sido ejemplo de trabajo organizado en la política, seremos ejemplo para impulsar la construcción de una sociedad mejor con nuestros testimonios de vida en lo cotidiano.
Para nosotros «la política es la expresión más alta de la caridad». Y vamos por el poder. Y el poder no es corrupto en si mismo, como nos quieren hacer creer los que lo tienen (eso nos lo dicen para que NO vayamos por él y así seguir ejerciéndolo ellos). El poder solo corrompe a los corruptos. Debemos vivir el poder como «servicio».
Construyendo el bien común, que es el objetivo prioritario de nuestra militancia, con el objetivo final que es la grandeza de la patria y la felicidad del pueblo. Felicitaciones a todos los cuadros militantes, referentes y dirigentes sindicales que de distintas formas aportaron este domingo en las elecciones.
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