El debate de los candidatos presidenciales Sergio Massa, de Unión por la Patria, y Javier Milei, de La Libertad Avanza (LLA), estuvo a la altura de las expectativas que despertaba. Ambos candidatos se observaron preparados. Sin embargo, se notó claramente el profesionalismo de Sergio Massa, con 30 años de experiencia político partidaria. De Milei se puede decir que mejoró un poco sus modales, un poco, pero caminó detrás del sendero que marcó Massa. Ambos fueron a buscar votantes fuera de su redil. El 19 se sabrá si los consiguieron.
Basta con ver el rating del debate presidencial Massa-Milei para reconocer que despertaba expectativa. Y la cumplió. No hubo derrapes mayores a los que causó la polémica en sí. Pero claramente Sergio Massa fue el que impuso el ritmo. Ante un Milei que seguramente tenía muchos flancos por resolver, no solo el carácter y la argumentación de sus propuestas.
Está claro que a una semana del balotaje ni Massa ni Milei fueron al debate a hablarles a los propios. Una huella de esto se puede ver en que el último tema de debate, Derechos Humanos, casi no se uso para este tema. A Milei no le convenía generar preguntas sobre su compañera de fórmula Victoria Villarruel; y los votantes de Massa tienen preclara su postura.
Al presentarse Massa pudo resumir su propuesta como un “gran acuerdo con políticas de Estado con diálogo y consensos. Pero sobre todas las cosas respeto a los que piensan distinto”. Milei informó sobre su especialidad académica, las de Villarruel, y señaló: “Somos la fórmula ideal para terminar con los problemas que hoy aquejan a la Argentina (…) estancamiento, inflación e inseguridad”.
Contradicciones
A partir de acá Massa desnudo las contradicciones de Milei en campaña -nombró a conductores que entrevistaban al candidato de LLA- en temas como subsidios al transporte, o a los jubilados. Y este trataba de defenderse llamando “mentiroso” a Massa o con algún comentario al paso, pero sin argumentos verosímiles. Massa tenía las riendas y manejaba.
Massa también se dio tiempo para enumerar propuestas. Y siguió preguntando por las AFJP. Milei contestaba evasivas. O aceptaba, como cuando aceptó abiertamente que cerrará el Banco Central y dolarizará. Milei levantó la voz, aunque no llegó a desencajarse como en algún programa de TV o radio. Y estuvo bastante contenido, más que como se esperaba.
Milei estaba en un dilema. Se mostraba más apacible, que de costumbre, para captar al votante moderado. Pero hacía agua con los argumentos. Se puede buscar en el eje, La Argentina y sus relaciones con el mundo, el momento en que Massa lo interpela por haber dicho que no tendría relaciones comerciales con China o Brasil, aunque no interferiría en los privados que lo hagan.
Massa le explicó -y lo puso en evidencia- que son los países los que establecen las relaciones comerciales entre los Estados y además fijan aranceles, permisos. No va un productor o un vendedor a un país y regula su operación comercial. Sin duda, en temas como este, Massa hizo pesar su experiencia en el campo político de más de 30 años. Miliei no supo.
Thatcher y fútbol
Poco antes, Milei revelaría otra superficialidad en temas de gobierno. Massa lo interpeló por su visión sobre Margaret Thatcher, con relación a la Guerra de Malvinas. Y Milei comparó su admiración por Thatcher, con la de un hincha en un mundial de fútbol. Sin reparar en que Thatcher permitió torpedear el Crucero Gral. Belgrano, donde murieron 323 argentinos.
En materia de Seguridad Milei volvió a mostrar que no tenía vuelo propio en algunos temas. Dos veces al menos repitió el slogan de Patricia Bullrich y el Pro -ex opositores, actuales aliados- “El que las hace las paga”. En este tema también se vio flagrante como Massa llevaba el ritmo del debate, a su gusto. Y de esta manera volvió a dejar en evidencia Milei.
Para esto cabe aclarar que para explayarse cada candidato tenía 6 minutos en tres partes de 2 que siempre se usaban al límite; y 6 libres. En un momento Massa, para evidenciar la alianza Miliei-Pro para el balotaje, criticó muy rápido una política de Bullrich, e hizo silencio. Milei se desconcertó y preguntó qué pasaba: “Nada, te di la palabra”, le contestó Massa.
Milei solo atinó a agradecer. “Ahh gracias” pero no habló. Luego Massa lo criticó por este silencio. “La verdad es que cuando uno no tiene nada que decir, en un tema que no le interesa, o no estudió, claramente no tiene tiempo para reaccionar”, disparó el candidato de Unión por la Patria. A esa altura era consciente de que llevaba una buena performance en el debate.
Por lo menos
Según las reglas acordadas, los candidatos tuvieron un minuto para presentarse. Y otros dos minutos para el cierre de sus conclusiones. Desarrollaron seis ejes temáticos. A saber, Economía; Relaciones de la Argentina con el mundo; Educación y Salud; Producción y Trabajo; Seguridad; y Derechos Humanos y Convivencia Democrática.
Quedó claro que se trata de dos modelos muy distintos de país. Uno con el Estado como herramienta para el desarrollo, el de Unión por la Patria, que encabeza, Sergio Massa. Otro con el Estado como un lastre al que hay que soportar, el del neofascista, Javier Milei, en alianza con un liberalismo extremista que, por lo menos, ya no recurre a los golpes de Estado.
Para los especialistas, los debates no definen elecciones. Será. En el debate de hoy a la noche quedó claro que Sergio Massa tiene un programa de gobierno, criticable o no. Puede explicarlo con claridad y argumentar sobre cómo lo llevará adelante si es elegido el domingo 19. Javier Milei, por el contrario, deja muchas dudas flotando en el aire.
Gustavo Camps
JUAN JOSE PRADO
Un claro comentario. Milei solo debe esperar el telegrama de despido de la Patronal Macri y aplicando su politica laboral, SIN PERCIBIR INDEMNIZACION por inutil.