Tras un pedido de la feligresía de Carupá y la Comisión por Memoria Verdad y Justicia Zona Norte, el Obispado se presentará como querellante en la investigación que se sigue por el asesinato del sacerdote católico, Francisco “Pancho” Soares, cometido el 13 de febrero de 1976, en su casa, en terrenos de la Parroquia Nuestra Señora de Carupá. La noticia la difundió la agencia oficial de noticias Télam y la confirmaron fuentes de la Comisión y el Obispado.
En los ´70 el padre Pancho Soares eligió evangelizar a los pobres más pobres y así se desempeñaba en la parroquia Nuestra Señora de Carupá. En el límite entre San Fernando y Tigre el templo estaba del lado de este municipio.

El padre Marenco (der.) y el historiador local Marcelo Magne, que investigó sobre el Padre Pancho
Así, poco antes del golpe de estado cívico-militar de marzo de 1976, el 13 de febrero de ese año, uno o más de los fascistas que luego serían mano de obra de la dictadura que asaltó al Estado, lo asesinaron junto a un hermano minusválido, que vivía con él.
El Padre Pancho fue asesinado una semana después de que su voz de denuncia se escuchara en el entierro de tres delegados sindicales del astillero Astarsa, de Tigre, secuestrados y asesinados por reclamar mejoras en el ambiente laboral.

La feligresía construyó la baldosa para Pancho
La historia del cura, su legado, fue mantenido en la memoria por parte de la comunidad de la parroquia y por el cura, Anibal Filippini, que estuvo varios años a cargo de la Pastoral Social diocesana, y organizaba misas para recordar al sacerdote mártir.
Dentro del templo parroquial hay un sector donde se exponen fotos, muebles, la maquina de escribir y otros elementos domésticos del sacerdote. Y a la entrada una baldosa, instalada por la comunidad y Baldosas por la Memoria, lo recuerda.
Esta semana, según difundió la agencia oficial de noticias Télam y confirmó la Comisión por Memoria Verdad y Justicia Zona Norte (CMVJ), el Obispado de San Isidro se presentará como querellante en la investigación del asesinato del sacerdote.

Mons. Oscar Ojea, obispo diocesano
Según se informó, el expediente forma parte de la megacausa Campo de Mayo por delitos de lesa humanidad, durante la última dictadura cívico militar, que en representación de las víctimas lleva el abogado de derechos humanos (y periodista) Pablo Llonto.
En 2012 algunos feligreses denunciaron la suerte corrida por el Padre Pancho ante el Juzgado Federal N° 2 de San Martín. El actual cura de la parroquia, el sacerdote, Jorge Marenco, apoyó aquella presentación y ahora promovió la decisión de la jerarquía.
Marenco acompaña a la CMVJ y forma parte del colectivo, Curas en Opción Preferencial por los Pobres, a los que poco antes de las últimas elecciones, la Asociación Madres de Plaza de Mayo les obsequió un pañuelo blanco, en esta iglesia de Carupá.
GC
Dejar una respuesta