Ciencia, Sociedad, Tecnologías

José Nicolás Balbi el arqueólogo de las fotografías

Balbi, en los Andes peruanos

Es vecino de Florida y este año ganó un concurso donde participaron arqueólogos de todo el mundo, organizado por la revista científica TEA (The European Archaeologist) photojournalism -avalada por la Asociación Europea de Arqueólogos- para incentivar a los profesionales a volver a los trabajos de campo tras la pandemia. José Nicolás Balbi -de él se trata-  escribió un texto en español y fotografió un lugar donde trabajó en los Andes peruanos. Su fotografía resultó ganadora.

Por estos días José Nicolás Balbi está en su departamento de Florida. En el garaje del edificio está su jeep a doble tracción que lo suele acompañar, cuando es menester, en los trabajos de excavación y visualización que realiza como arqueólogo. Su carrera de grado es la historia pero se dedicó de lleno a la arqueología y a la astronomía.

De hecho Balbi recuerda que sus primeros trabajos fueron en la docencia. En escuelas secundarias daba historia. La experiencia le sirvió, con los años, para dar seminarios,  cursos y conversatorios, ya dedicado a la  arqueología, en profesorados y encuentros internacionales con colegas y en universidades de varios países del mundo.

Además, junto al profesor de historia, Eduardo Bufalino, también vecino de Vicente López, se dedican a la corrección de textos. Por caso, colaboraron en la edición del libro, Simón Bolívar en el Infierno de Dante (2022 Biblos), del sindicalista, Victorio Pirillo, secretario general del Sindicato de Trabajadores Municipales de Vicente López.   

Arqueoastrónomo

Las herramientas actuales de un arqueólogo

También podría decirse que es un arqueoastrónomo, porque suele estudiar cómo influyó el fenómeno del cielo en las culturas antiguas. Su trabajo se desarrolla hoy en los Andes al sur de la argentina en Neuquén; mañana en Perú, y pasado bien en una colina en Inglaterra o una pradera en Israel. Así es su vida de investigador

En la pandemia se quedó en su departamento de Florida. Y como todos trabajó virtual cuando pudo. En diálogo con denorteanorte.com Balbi informó es miembro de la Asociación Europea de Arqueólogos EAA y junto a otros colegas creo un grupo con astrónomos de la Sociedad Europea de Astronomía Cultural SEAC.

Balbi con el polaco, Stanislaw Iwaniszewski, el mexicano Hans Martz de la Vega y el español Javier Mejuto encabezan el grupo de 300 astrónomos y 5.000 arqueólogos bajo el nombre SEAC-EAA. En 2023 el grupo tendrá una sección en el encuentro anual de la EAA en Belfast (Irlanda del Norte) con ponencias y conferencias.

La EAA, ante el hecho de que en el aislamiento por la pandemia los trabajos de campo dejaron de ser una opción, ideó una suerte de concurso fotográfico y de notas para incentivar a los profesionales a volver a los trabajos de campo.  Lo organizó la revista científica TEA (The European Archaeologist) photojournalism -avalada por la EAA.

Balbi, el elegido

La foto ganadora, de Balbi

En el concurso participaron arqueólogos de todo el mundo muchos en representación de organizaciones internacionales de arqueología. Para el concurso debía presentarse un texto que invite a volver a los trabajos de campo y una foto ilustrativa. El texto ganador y la foto serán publicados en la revista TEA photojournalism en 2023.

El material del concurso se sometió al juicio de la comunidad científica internacional. Y así se hizo una preselección de cinco finalistas. Las cinco fotos se publicaron en abril último. Entre las cinco estaba la de Balbi.  Recientemente  la CEO Direktor Samantha Reiter confirmó desde Praga (Rép. Checa)  que la foto ganadora fue la de Balbi.

Balbi presentó el material como miembro del Colchester Archaeological Group. La fotografía es de un trabajo,  previo a la pandemia, en una expedición organizada por el ministerio de Cultura de Perú. Y Balbi la tomó en los Andes Peruanos, a gran altura y en un lugar casi inhóspito, con vientos de gran velocidad.

Balbi reveló que ese clima puso a prueba el dron, una herramienta de trabajo de los arqueoastrónomos actuales. Justamente, el artículo se titula “El arqueólogo y sus herramientas”. En la imagen se ve en primer plano el dron y al fondo el Ushnu, que es una construcción que la cultura inka utilizaba como centro administrativo-ceremonial.

Investigar

En la charla Balbi señaló que, a diferencia de lo que se ve en películas de ficción, sobre los misterioso de ciertos lugares de civilizaciones antiguas, en la vida real las poblaciones vecinas conocen los sitios, o tienen indicios de que existen, y es común que sean los propios pobladores los que indican un lugar para excavar o visualizar.

Balbi también explicó que para determinar si una construcción es de una cultura antigua se observan “las formas de las paredes, la orientación de la entrada, el tipo de piedras que se usaron, otros materiales, a veces encontramos de civilizaciones anteriores a los inkas, hay muchas opciones”.    

También reveló que los inkas marcaban, a modo de protección, los lugares sagrados rodeándolos con piedras. También señaló que para los inkas las piedras y todo lo que conforma el paisaje “tienen vida para los inkas” El experto señaló que “uno termina encontrando muchas cosas. Lo que hay que hacer es investigar, este es el secreto”

Gustavo Camps

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