En su columna Prado recuerda que ningún pueblo gana en las guerras. Pero hay evidentes ganadores siempre. Y que las causas de las guerras se esconden para evitar revelar a quienes ganan. Da el caso de la “crisis financiera” provocada por los mismos que ganan las guerras. No por los pueblos. No por países. Sino por el poder económico global, que vende armas para la destrucción, y luego otorga préstamos para la reconstrucción. Un negocio redondo.
Por Juan José Prado*

Las fotos son más que elocuentes. Países arrasados por la guerra. Las poblaciones que pueden superar el impacto, de bombas y misiles, son desplazadas. De ciertos efectos colaterales de las guerras, que nunca acaban, no se habla. Pareciera que no son noticia. Tal vez, para alentar la morbosidad, se habla de los muertos.
Pero sobre la energía a precios siderales. El trabajo que escasea. Los servicios sociales, educación y sanidad deteriorados. Nada. No obstante, los beneficios previsionales magros son demandados en las calles de Italia, Francia (que arde por todos lados), España, Portugal, Alemania. Y sigue la lista de países.
Sin embargo las dirigencias sonríen ante las cámaras de televisión. Como el caso del presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenski, al que se lo ve en su salsa, habida cuenta su profesión de cómico. Habla de la “bandera de la libertad” en la guerra por él emprendida con la OTAN, nada menos que contra la federación rusa.
Las corporaciones de prensa omiten hablar de las causas de la guerra. Pero si hablan de la “crisis financiera”. Como si no fuera que la provoca la guerra absurda. Y omiten decir que las finanzas se resquebrajan ante el damero de la distribución de poder económico global, que después aparece con su “ayuda para el desarrollo”.
De esa manera condicionan las políticas de los pueblos que experimentan la teoría de la penetración. Dan préstamos para “ayuda al desarrollo” con la orden de no desarrollarse a los países que caen en su telaraña. Intereses usureros. Bancos que crujen. Y aunque los crujidos se escuchan en las internacionales. Nada.
El FMI
Los países sometidos a los préstamos del Fondo Monetario Internacional, para decirlo con todas las letras, son víctimas de la crisis provocada por la guerra. Y la guerra la impulsa la concentración económica. Grupos reducidos, desde los paraísos fiscales, que se alimentan del narcotráfico, el mercado ilegal de armas y todo tipo de delitos.
Aumentan sus ganancias en forma descomunal vendiendo todo aquello que produce calentamiento global y la depredación del suelo. Y atentan contra la renovación tecnológica no contaminante. La existencia de la crisis es global. Pero se profundiza en lo que se denomina mundo occidental y cristiano.
Europa está sumida en una profunda crisis. Los movimientos sociales estallan en todos lados. Latinoamérica busca un horizonte. En la Argentina se lucha por defender las políticas de derechos humanos. Y esta semana se hablará del ilícito préstamo otorgado al país a un ex presidente protegido por el “lawfare”, y la mafia judicial.
Al imperio del norte le sirvió para ramificarse, por eso apoyó el préstamo a su acólito. Ecuador, Brasil, Bolivia, Perú y Uruguay pueden dar prueba de esa ramificación. EEUU siempre abreva de la política de sometimiento, desde su territorio y desde sus embajadas. Pero como decíamos, nada de esto informan las corporaciones.
*Abogado. Ex presidente de la Asociación de Abogados de Buenos Aires AABA. Miembro de la Mesa Directiva de la APDH (Asamblea Permanente por los Derechos Humanos). Gran Maestro de la UBA.
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