Día del Abogado, Opinión, Por Juan José Prado

Los abogados presentes en el Día del Ausente

Juan Bautista Alberdi

El Día del Abogado recuerda el natalicio de Juan Bautista Alberdi, el 29 de agosto de 1810

Cada 29 de agosto, desde 1958, se celebra el Día del Abogado en la Argentina. Es por el natalicio, en 1810, de Juan Bautista Alberdi, el padre de la Constitución Nacional de 1853. El abogado Prado en su columna aprovecha la fecha para reivindicar al abogado con principios de justicia, defensor de la persona y los derechos humanos, y con visión social. Retirado de los tribunales y los claustros universitarios Prado tiene la ventaja de poder ver el panorama desde una óptica amplia y externa, aunque no ajena. Y brinda por los abogados que luchan.

Por Juan José Prado*

Una paradoja. Festejar el Día del Abogado, este 29 de agosto, tomando como referencia al “gran ausente”, como él mismo se caracterizó. Juan Bautista Alberdi (1810-1874) abogado que escribió las «Bases» en el extranjero, en Chile, es para muchos hombres de derecho un ausente que puso su inteligencia al servicio de un país imaginario.

¿Qué pueden festejar los abogados, de esa Constitución de 1853, a 40 años de reinstaurada la democracia? Cuando el sistema judicial, fundado en aquel texto, actualmente desconoce el equilibrio de poderes; con un Poder Judicial (las mayúsculas son por convención gramatical) inclinado a la partidocracia, que toma por objeto al ciudadano y lo deshumaniza. Que desconoce los intereses sociales y se coloca al servicio de los más poderosos, además.

Poco hay para festejar este 29 de agosto en el siglo XXI. No obstante, el escenario, aún queda el abogado sabedor y consciente de que el interés protegido es el ciudadano. Y esa lucha se fundamenta en un sentido social, humanitario. Que reclama en los estrados judiciales por mayor justicia, por el reconocimiento de los derechos humanos, la dignidad humana, la familia de la sociedad toda.

 Este abogado enfrenta una lucha contra los que erigen las voces del negacionismo. Contra los que, por interés, o ignorancia, desconocen el contrato social de la Constitución alberdiana. Y pretenden someter, mediante el aporte del poder económico concentrado y las corporaciones mediáticas, ordenando el pensamiento colectivo de la Nación a su antojo, mercantilizándolo.

“(…) es menester defender los principios acrisolados
en el tiempo de lucha por el derecho.”

 Los gritos retumban en todo el territorio.  Se anuncia arrasar todo, destruir con motosierras.  Borrar la inteligencia. Saquear los bienes de Estado. Constituir el país en una gran estancia puesta en venta a tranquera cerrada. Para repetir las nefastas épocas dictatoriales y de menemismo. Omiten que así nos hicieron llegar al “que se vayan todos” de 2001.

Poco hay que festejar. Pero aun así es menester defender los principios acrisolados en el tiempo de lucha por el derecho. En silencio elevar la copa por los principios. Esos principios que nutren a la justicia en la norma; que son, como se ha dicho, como el alcohol al vino. Brindemos por esos principios, por la Constitución, por la justicia social y por los abogados que persisten.

*Abogado. Ex presidente de la Asociación de Abogados de Buenos Aires AABA. Miembro de la Mesa Directiva de la APDH (Asamblea Permanente por los Derechos Humanos). Gran Maestro de la UBA. 

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