Walter Rojas es un analista político que tiene la ventaja de conocer su campo desde adentro, en la practica, porque milito y fue concejal en Vicente López. E esta nota hace notar cómo en determinados contextos sociopolíticos surgen representantes legislativos nacidos de realidades presentes, y no sin cierta ironía, se pregunta por los representantes que hará surgir la pandmia de coronavirus COVID-19.
Por Walter Rojas*
Cada tanto en nuestro país surgen coyunturas extraordinarias que ponen en vilo a gran parte de la población. Como en todo contexto de crisis, hay voceros, que comparten gran parte del día con nosotros; ellos ingresan a nuestras casas a través de la televisión, los encontramos en las paradas de colectivos gracias a los diarios o se comunican con nosotros por las redes sociales que descargamos en nuestros teléfonos celulares. De tanto verlos, a muchos de ellos les tomamos cariño.
Hay ocasiones en las que estos voceros se convierten en actores políticos, debido al alto grado de empatía que generan con la sociedad y el gran nivel de exposición que tienen en los medios de comunicación. En ocasiones logran tener mejor imagen que los propios gobernantes. En este sentido, vale la pena recordar algunos de esos momentos, donde nacen nuevos actores políticos fruto del contexto circundante.
Como en la crisis de 2001, con los diputados provenientes de la CTA, cuando le aportaron al Congreso Nacional más de veinte legisladores desde ese período hasta la actualidad. Entre los que se encuentran sus dirigentes históricos, Víctor De Gennaro y Marta Maffei. Otro caso similar es el de los “agrodiputados”, nacidos del conflicto entre las entidades agropecuarias y el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner en 2008, sus principales espadas en el Parlamento Nacional son Alfredo De Angelis y Ricardo Buryaile. Pero también podemos mencionar a los diputados nacionales provenientes de organismos de derechos humanos Victoria Donda o Juan Cabandié. .
Hoy el mundo está atravesando una nueva crisis y nuestro país no escapa a esa realidad.Las figuras más populares ya no son las de las centrales sindicales, las entidades agropecuarias, o los organismos de derechos humanos. Ese lugar lo ocupa la ciencia y la medicina, entonces cabe preguntarse ¿Se vienen los dipu-epidemiologos?
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